Ingresamos a la última semana del año, al oficialismo provincial se le hizo eterno el tiempo entre la deserción electoral y el cierre del ejercicio administrativo. Pudo mostrarse más activo en el último tramo pero no se percibe una buena sensación. En lo legislativo JSRN se dobla pero no se quiebra, aprobó todo lo enviado por el Ejecutivo. El FPV deberá resolver una tempranera elección en el quinto electorado. El partido base de Cambiemos se apronta para salir a la cancha, apuran la normalización del PRO para los primeros meses del 2018.

En la última sesión legislativa del año se aprobó el presupuesto del próximo periodo. Además Juntos impuso su cómoda mayoría para avalar el consenso fiscal de Nación. En la previa, los parlamentarios oficialistas de raigambre peronista amagaron con no acompañar los designios de Weretilneck. A la hora de la votación casi todos lo hicieron por la afirmativa. Siempre alguno evita la incomodidad de alzar la mano. En esta oportunidad Rodolfo Cufré se ausentó del recinto para no ratificar el paquete de medidas impulsado por Macri. Los escarceos en la fuerza gobernante son simbólicos, nadie se aleja demasiado del calor del poder.

El Gobernador tensiona mediante el destrato a los “díscolos”. Tiene arraigado un pensamiento, salvo el vicegobernador, los peronistas de juntos no tienen donde recalar si se alejan del proyecto que conduce. En la semana tuvo una fuerte discusión con Ricardo Arroyo en Luis Beltrán. El ex ministro de Desarrollo Social reclama debate político, quiere discutir el rumbo del gobierno. No tuvo suerte, Weretilneck ya no da participación ni a su almohada. Marcando diferencias el oriundo de Lamarque aportó su voto en el parlamento. El pragmatismo que ambos profesan evita la deserción del legislador. Sus adversarios internos pensaron que esta vez se rompería el vínculo, simplemente se volvió a doblar.

Los problemas reales están en la economía. Alejandro Palmieri sacó a la luz un secreto que el Gobierno guardaba bajo siete llaves. Expresó que la masa salarial alcanza los 1.826 millones de pesos. Lo hizo  en su afán de argumentar que en términos relativos “la provincia no está demasiado endeudada”, considerando que en el 2011 se debían más cantidad de mensualidades que en este momento. Sobre finales de la gestión Saiz los trabajadores estatales percibían 300 millones de pesos por mes, cifra que ahora se sextuplicó. La deuda en 2012 llegaba a los 4.600 millones, está a punto de cuadriplicarse.

La realidad indica que se suman compromisos financieros mientras se incorpora gasto en personal. Algunos que restituyen o incorporan derechos cercenados. Dos claros ejemplos: El reciente "Pase a contrato de 532 becados" y el reconocimiento a los estatales cesanteados durante la última dictadura militar. La totalidad de este reconocimiento aprobado en el Parlamento le costará a las arcas provinciales 700 millones de pesos. Durante el 2018 se abonará una parte.

El FPV cierra un año impensado. Esquivó las disputas intestinas, ganó las Primarias y las Generales con solvencia y hace dos semanas a través del Congreso reformó su Carta Orgánica abriendo el juego a todos los sectores locales. Con esto llegará al 2019 sin la necesidad de realizar internas partidarias antes de la batalla por el sillón principal de Laprida y Belgrano. Martín Soria estrenó un nuevo estilo de comunicación. Abandonó la violenta diatriba que descargaba permanentemente contra el Gobernador. Con el triunfo en el bolsillo selecciona las declaraciones y sus contenidos. Evita lesionar el amplio abanico que compone el Frente.

El titular del PJ tomó nota del malestar que generaron las palabras de su hermana cuando reconoció que si se trataba en la Cámara de Diputados avalaría el desafuero de Cristina Kirchner. El kirchnerismo está sensible y pretende el alejamiento del sector que conduce el Senador Pichetto. Soria aprendió de su padre a respetar el poder territorial por sobre el testimonial. Esto justifica el buen trato que recibieron en General Roca intendentes y legisladores que revalidaron pergaminos en sus bastiones este año electoral.  

Ya tiene fecha la primera elección de 2018, el 15 de abril Villa Regina elegirá intendente para completar el mandato de Daniel Fioretti, quien renunció mientras los concejales instrumentaban su juicio político. JSRN evalúa no presentar candidato, no hay ánimo para otra decepción electoral. La comunidad tiene claro que el oficialismo provocó la crisis institucional. En un primer intentó de juzgamiento Weretilneck intercedió para que el agua no llegue al río. Cuando llegó el segundo embate el mandatario avaló la expulsión. Así daño su imagen en el alto valle este.

Carlos Vazzana irá en busca de revancha. Al ex parlamentario se le escapó la jefatura comunal en 2015 por tan solo 4 votos de diferencia. Cambiemos será de la partida, se barajan varios nombres. El actual concejal Carlos Rodríguez y el presidente del comité radical, Gustavo Gallardo. Fiel al estilo macrista los operadores de Nación en Rio Negro buscan un empresario como tercera opción. Por ahora el lote de aspirantes lo cierra Norma Dardik del Partido Obrero, aún necesita resolver la habilitación de su fuerza en el orden local. Viene de sacar casi 4 puntos en la elección a diputados nacionales ubicándose en cuarto lugar.

También en abril, se cristalizará la normalización del PRO rionegrino que actualmente está bajo la tutela del interventor Enrique Braun. La presidencia recaerá en Sergio Wisky. Un rol más político para ir en busca de la Gobernación. Resta definir si el intendente de Cipolletti, Aníbal Tortoriello, será vicepresidente o quedará al frente de la Asamblea. No sobran nombres para armar el ensamble. Hay un lugar reservado para Danilo Rojas de Dina Huapi, el primer jefe comunal que se sumó.

El roquense Juan Martín asoma como secretario general. Habrá un representante por circuito electoral al frente de cada uno de los 8 Centros de Acción y Participación territoriales. Hasta marzo seguirán afiliando, teniendo en cuenta que el padrón inicial del partido macrista en Rio Negro se conformó con el trasvasamiento del PPR. Recientemente rubricaron su ficha de adhesión dos ex intendentes, el viedmense Gustavo Costanzo y Leonardo Ballester de Ingeniero Huergo. Apenas un dato de color, ninguno mantiene inserción en su localidad.