Entramos en las últimas ocho semanas del año, las fuerzas políticas se aprontan para los cierres de estrategia. En el tubo de ensayo se estudian opciones. JSRN pretende generar fisuras en la oposición. Cambiemos busca terminar el año con los papeles en regla. El FPV construye su propia agenda con candidato puesto, secundará alguien con fortaleza territorial o la flamante aliada.

La llave de la elección la tiene el oficialismo provincial. Pregonan una elección anticipada despegada de las nacionales, como requisito ineludible se volverán a postergar las primarias rionegrinas. Alardean con un potencial balotaje añadiendo como variable la división del FPV. Por eso difundieron hasta el cansancio la foto del Gobernador con Miguel Pichetto en el senado.  La redundancia de amagues no asusta a nadie.

JSRN se ilusiona con el arribo del Peronismo Federal, encuentran en Ariel Rivero al único aliado para el desembarco. Son conscientes del deterioro en la imagen de Pichetto pero la ruptura del PJ es clave para sus planes electorales. El parlamentario no se prestará fácilmente, da margen a la negociación con Soria. Pospuso una vez más la visita, su agenda está plagada de entrevistas en medios de la Capital Federal y actos en la provincia de Buenos Aires.

El mandamás del PJ estira los tiempos para cualquier entendimiento. En principio valora el gesto de no radicar el Peronismo Federal en Río Negro reclamando prudencia a los propios. Marcelo Mango sintió el correctivo por su diatriba contra el Senador. Los excesos verbales a ese nivel son potestad absoluta del líder roquense.

Cambiemos pretende una elección provincial adosada a la presidencial de octubre, así lo manifiesta la gente del PRO. Prometen tener normalizado en esta tierra el partido Macrista para fin de mes, cuando asumirá la presidencia el diputado Sergio Wisky. Auguran la mejoría económica del país, eso les daría la posibilidad de ser competitivos.  Aspiran a quedarse con un 25% del electorado. 

En el Frente para la Victoria, Martín Soria está fuera de discusión como candidato a Gobernador. En ese “FPV ampliado”, donde hoy confluyen PJ, kirchnerismo, Socialismo, RIO y  buena parte del pichettismo, la disputa se traslada a quien debería acompañar en la fórmula al intendente de General Roca. Desde ese punto de vista van adelantados con respecto a las otras fuerzas.

Soria no ha dicho nada al respecto pero con mayor intensidad asoma Magdalena Odarda por sobre el resto. La Senadora incluso se ha visto beneficiada por la instalación que le dan quienes la critican. La denostación del pichettista Ariel Rivero la acerca a los sectores Kirchneristas, algo impensado tiempo atrás. El legislador expone un supuesto límite del peronismo. La referenta de RIO reposa en sus 8 puntos de intención de voto.

La inmensa mayoría de los “compañeros” avalará la decisión del líder. El “espíritu frentista” del peronismo rionegrino se ha puesto de manifiesto en cada elección. Sin ir más lejos en el 2003 a Carlos Soria  lo secundó Salvador Durán un extrapartidario que era presidente de la Federación de Productores Frutícolas de Río Negro y Neuquén.

En el 2007 Miguel Pichetto, con el sello del Frente para la Victoria, fue acompañado por Julio Arriaga del Frente Grande. En el 2011 Carlos Soria se impuso llevando a Weretilneck como Vice. En la última elección, el Senador intentó llegar al Poder en tándem con la radical Ana Piccinini. Para los militantes del PJ llevar a un extrapartidario en el segundo lugar no es algo exótico.

Soria no le da entidad a la incipiente discusión por la Vice, transita su camino despojado de deliberaciones. Se concentra en el crecimiento de su imagen. El próximo fin de semana recalará nuevamente en la zona andina con sendos actos en Bariloche y El Bolsón. Entregará credenciales a sus afiliados en el populoso barrio Virgen Misionera.  Busca consolidarse en al principal electorado provincial.

Si logra una victoria importante en Bariloche prácticamente no deja margen a JSRN y Cambiemos. Así vayan unidos a la contienda. Una medición de finales de agosto le daba a Soria 42 puntos de intención de voto en aquella ciudad. El mismo estudio le brindaba a Odarda 10 por ciento de adhesión. El 59 % de los barilochenses desaprobaba la gestión del intendente Gennuso.

En el oficialismo respiran aliviados porque en Bariloche votarán el primer domingo de septiembre. Será una elección despegada de los comicios provinciales y nacionales como lo dispone su Carta Orgánica. Allí Soria dispone de la ex intendenta Maru Martini y Ramón Chiocconi para reforzar la nómina provincial. En la usina política roquense no desestiman que alguno de ellos pueda integrar la fórmula.

Un binomio “Soria-Chiocconi” ya ganó con contundencia en esta provincia. María Emilia renovó su banca en la cámara de diputados acompañada en la boleta por el barilochense. Con el 46,5 % de los sufragios superaron los 30 mil votos en la ciudad andina. Odarda se ubicó en tercer lugar con el 11 %, otorgado por sus más de 7 mil sufragios. Más allá de la variable territorial otra vez aparece la senadora como opción. En el laboratorio olfatean el hallazgo de la receta para la victoria.