Comenzamos a transitar las últimas dos semanas del 2018. Las principales fuerzas mostraron buena parte de las cartas antes de finalizar el año. El oficialismo ancló su futuro a la buena estrella del Gobernador y el manejo del Estado Provincial. El contrincante amarró una decena de sellos partidarios, los arreará a una batalla épica planteada contra dos poderes. Se apuró a rubricar un FPV amplio, a la espera de una fecha de elección adelantada.

El Gobierno busca previsibilidad en los próximos 5 meses. Weretilneck repite hasta el cansancio a los suyos que se preparen para gobernar con intensidad en el primer semestre. Las grandes compras del Estado deben estar enmarcadas en ese lapso temporal. Fundamentalmente las mostrables en actos o entregas coincidentes con la campaña. El Gobernador y su Vice no pedirán licencia para ser candidatos. Esa obligación solo alcanza a los ministros.

A partir de marzo tendrá a disposición 80 flamantes  vehículos policiales, entre abril y mayo entregará 37 nuevas ambulancias en distintos hospitales públicos. Aquellos intendentes o dirigentes locales que “jueguen” con JSRN saldrán en las fotos. Los opositores padecerán duros desplantes. En público el Gobernador evita las confrontaciones pero algunas pinceladas de su estilo proselitista se ven en este cierre de año.

Varios jefes comunales pueden dar muestra del destrato. Nelson Iribarren y Luis Ojeda no fueron invitados a sendas presentaciones de actividades provinciales para la temporada de verano. Hace un par de meses el Gobernador prometió millones de pesos al matadero municipal de Conesa en el marco de la exposición rural. Desde aquel día no devuelve las llamadas a la intendenta Mas, la cercanía con Soria tiene costos adicionales. Lo institucional se torna difuso en la estación pre electoral.

Además el Gobierno adquirió miles de módulos alimenticios a través del ministerio de Desarrollo Social. La idea surgió como complemento de una nueva tarjeta alimentaria rionegrina. En algunas áreas las falencias de gestión persisten. La licitación y posterior entrega del "plástico" no se concretarán antes de los comicios. Tampoco desembarcará el instrumento aprobado en la Legislatura para dar crédito a los estatales con problemas para llegar a fin de mes.

La previsibilidad estará dada en los cronogramas de pagos salariales a los 70.000 estatales rionegrinos. Con matices los gremios aceptarán la última propuesta. Durante el primer semestre percibirán un 15% de aumento. El desfasaje entre el incremente y la inflación de los últimos años se ha paliado en parte otorgando sumas fijas y “bono de fin de año”, a través de acuerdos abrochados con Rodolfo Aguiar. De octubre a febrero los agentes públicos reciben un monto de dinero extra a sus alicaídos sueldos.

Weretilneck explota al máximo el contraste con Nación en este sentido. Mientras el macrismo ha expulsado miles de trabajadores al abismo, en Rio Negro auspicia un nuevo pase a planta permanente. El proyecto de ley recalará en el Legislatura en una de las pocas sesiones previas a la elección. El mandatario vende ilusiones en cómodas cuotas, esquivando conflictos sectoriales.

El presidente del PJ armó un instrumento electoral a su medida. Lo selló con tiempo para enviar un mensaje de previsibilidad al votante rionegrino. Al oficialismo le anticipó que está listo para la guerra cuando lo consideren necesario. Desterró el mito de la potencial incursión de Unidad Ciudadana en esta tierra. Los partidos y agrupaciones kirchneristas se enrolaron formalmente en sus filas, sin mediar compromisos por los cargos. Los unió el genuino rechazo a Macri y Weretilneck.

 Al Frente ganador del 2017 le añadió el partido RIO de Magdalena Odarda y el peso simbólico del Socialismo. El año pasado ambas compitieron contra el FPV y obtuvieron 13% de los sufragios entre las dos fuerzas en las generales. La senadora en soledad superó el 11%, siempre concretó buenas elecciones legislativas. Actualmente mide 7 valiosos puntos. Soria le otorgó un rol protagónico en el conclave roquense.

Ante cada pedido de “selfie” el titular del PJ invitaba a la parlamentaria a sumarse. Solo a ella le dio la palabra pero la senadora esquivó el discurso, en un gesto de humildad hacía el peronismo. Igual su protagonismo augura que será la compañera de fórmula.  Una mujer completará el binomio y ninguna aporta tanto como Odarda. Los gestos de Soria no dan lugar a temores planteados por los devotos del “peronómetro”.

Con la herramienta electoral consolidada y la compañera de fórmula en la gatera, el mandamás del FPV cierra el año un paso adelante. Se desentiende de los mensajes enviados por el pichettismo. Se aferra a los sondeos para aventar viejos esquemas. No negociará bajo presión, con su indiferencia le devuelve la pelota a ese sector. Ahora con el frente armado los que alientan el peronismo federal deberán decidir si se suman o se van del Partido Justicialista rionegrino. Soria se esfuerza por cambiar su modo pendenciero pero las concesiones son una frontera.