En la semana se coronó la candidatura de Miguel Pichetto a
la vicepresidencia por Cambiemos. El rionegrino venía dando muestras de amor a
Macri. Semejante jugada trajo coletazos en las otras fuerzas políticas. Weretilneck
bebió de su propia medicina, le corrieron la cancha de lugar. En el rebautizado
“Frente de Todos” puede haber cambios en el orden de largada. Los principales
competidores están definidos.
En el plano nacional la incursión de Pichetto se convirtió en un hecho político impensado hace unos meses. En el cierre de
listas se verá el real impacto. Sumar a un peronista genera expectativa. El
radicalismo está cautivo en la alianza. Si se adosan dirigentes desde las
distintas provincias el macrismo dará pelea para llegar al ballotage. Si no el globo se desinflará.
En la provincia muchos no creían posible semejante “garrochazo”. El protagonista mostró su faceta más descarnada,
desde hace años es un hombre del establishment, incluso algunos lo vinculan a
la Embajada de EEUU. Lugar donde habría buscado protección ante la amenaza de
potenciales “carpetazos”. Ni las series de netflix aportan tamaña ficción. Lo empujan
emociones que niega tener.
A Pichetto lo moviliza el rencor. Nunca superó la falta de
apoyo del kirchnerismo en la elección a gobernador del 2007. Fue víctima de la “Concertación
Plural” a la cual adhirió el radicalismo rionegrino. “Hubiese dado 10 años de
mi vida por ganar aquella elección”, manifestó tiempo después. Siempre consideró
que llegaba en plenitud. Nunca se recompuso de la derrota.
Nada se modificó demasiado en el Frente de Todos. Siguen con
chances de encabezar los tramos de la boleta Martín Soria y Martín Doñate. La
concreción de la fórmula macrista revitalizó al titular del PJ rionegrino,
puede escalar al tramo de senadores. Pichetto es el enemigo nacional de
Cristina Kirchner. Los ataques cruzados entre Larraburu, Odarda y Horne pueden
decantar en la aparición de nuevos nombres de mujeres.
En Río Negro nadie lo criticó tanto a Pichetto como el
intendente del General Roca. Lo viene fustigando desde que detectó su aventura en la Corte Suprema para beneficiar a Wereretilneck. La sociedad de los tres se
puede plasmar si el Gobernador se suma a “Juntos por el Cambio”. Tiene tiempo
hasta el próximo sábado para decidir.
Soria fue duramente cuestionado durante la campaña
provincial por “pegarle” al Senador. Lo hizo con furia al comprobar el engaño. Cuando
el parlamentario le cedió el bastón de mariscal del PJ en el 2016 se
autoexcluyó de la política rionegrina. Este año apareció propiciando un tercer
mandato de Weretilneck. El slogan “Macri y sus socios Weretilneck y Pichetto”
pasó de inexperto exceso a reconocida visión.
El efecto Pichetto trajo otras derivaciones. El jueves se plasmó en Bariloche la reunión de ministros de Salud
del Mercosur, el secretario Adolfo Rubisntein llegó por primera vez sin la
compañía de Sergio Wisky. El arribo de un peronista rionegrino a la fórmula con
Macri devaluó al médico del PRO. En cambio Juan Martín está exultante, se
reposiciona “la política”. Resurgió su jefe, Emilio Monzó, quien había caído en desgracia
por trifulcas con Marcos Peña.
El juego de la perinola tiene dislates. Cuatro provincias entraron en el laboratorio de Cambiemos.
En Rio Negro, Misiones, Neuquén y Córdoba el macrismo evalúa no llevar candidatos propios. En pos de mejorar la performance del tramo presidencial vía la adhesion de los oficialismos provinciales podrían sacrificar el resto de la boleta. Hoy es un albur, pero el arte de lo
posible anda rondando.
JSRN se reúne en Choele Choel el lunes para “comenzar a
discutir las candidaturas” según palabras de su mandamás. En realidad Weretilneck
usará el espacio para calmar ansiedades. La decisión se tomará al filo del
cierre de listas del próximo sábado. Si se impone la patriada de la “boleta
corta” deben buscar nombres para completar la nómina. Tendrán valor los
primeros lugares. La flamante ley de cupos pone de relieve hasta las
suplencias. La verdadera cotización la brindarán las urnas.
Pedro Pesatti debe tomar la decisión personal de ir por la
diputación o la intendencia de la capital provincial. No termina de entender
porque quienes siempre lo han “pisado” lo quieren fuera del parlamento. Si se
inclina por la contienda local aparecen otros nombres del oficialismo. A Luis
Di Giacomo y Fabián Zgaib podrían sumarse Gustavo Gennuso o Carlos Valeri. La
postulación serviría para destrabar la interna de Bariloche.
Si se acoplan a “Juntos por el Cambio” va Weretilneck y
alguna mujer. Porque Wisky tiene el boleto picado para repetir en diputados. Los más pragmáticos
ven un futuro venturoso en la alianza gobernante. Por algún extraño motivo el
Gobernador rechaza la comodidad de ingresar al Senado amañado al macrismo. El fantasma
de 2017 está al acecho. Como todo apostador empedernido no se irá al mazo sin
luchar.
23 febrero 2024
Palabra de Domingo