Semana agitada la que
pasó. La llegada del Coronavirus a Viedma generó un revuelo histórico y todo lo
que se hizo desde el Gobierno fue bajo situación de crisis, desde la
operatividad sanitaria hasta la forma de comunicar.
A principios de la
semana se confirmó que una docente de Viedma, que había llegado del exterior sobre finales de febrero, dio positivo al Coronavirus y todos los protocolos
se aplicaron de inmediato y con él los operativos. El Ministerio de Salud
estuvo durante tres días dando hasta tres conferencias de prensa por jornada y
dispuso que el 911 canalice las consultas de la gente. No solo había que luchar
contra el Coronavirus, también contra la confusión y la desinformación que
abunda en las redes sociales y que alientan el miedo y la psicosis, dos
enemigos peligrosos en este momento.
No todo fue
operatividad, no todo salió redondito como el gobierno quería. En el medio, la
gente comenzó a decir que no estaban dadas las condiciones para dar clases en
las escuelas, pero desde el Ministerio de Educación, con el aval de Salud, se
ratificó el normal dictado del ciclo lectivo en Río Negro, con la salvedad de
la escuela privada Gaia, donde trabaja la docente afectada.
La presión se hizo
cada vez más grande, tanto que el gremio UNTER reclamó la suspensión de
clases. Otros, como SITRAJUR, ATE y UPCN, pidieron la suspensión de
atención al público en las oficinas. La respuesta del Gobierno fue mantenerse
en su posición, nada de suspensiones hasta el momento.
Recién este viernes
el ministro de Salud, Fabián Zgaib, se animó a esbozar la posibilidad de una
suspensión de clases al decir que “la situación hace variar los protocolos y
probablemente tengamos que suspender las clases”, pero eso será si Nación da el
visto bueno.
Lo cierto es que pasó
toda la semana y no se registraron en la Provincia nuevos casos. Probablemente
haya más, pero mientras tanto, lo realizado pareció efectivo.
Algo positivo, más
allá de las preocupaciones de los gremios, padres y docentes, no se observaron
pretensiones de querer sacar tajada política de una situación tan crítica como
la del Coronavirus, acaso porque el hecho realmente no da o quizá porque nadie
sabe cómo será el devenir del caso.
No obstante, hay que
decir que pese a las pautas fijadas por el Gobierno provincial, los supervisores
y directivos de las escuelas secundarias decidieron, arbitrariamente, suspender
las clases en ese nivel. Más que una desobediencia, fue un acto de confrontación
para con la ministra de Educación que, en ese episodio, quedó fuera de juego y
con poca autoridad. Con su antecesora, Mónica Silva, difícilmente hubiese ocurrido algo similar.
Y en lo estrictamente
político, poco, pero no menos importante: el peronismo busca un conductor o
conductora en base a la unidad y recostados en la decisión de deponer sus apetencias personales, de dos de sus actuales máximos
referentes: el senador Martín Doñate y el diputado Martín Soria. Ambos han realizado
un acuerdo tácito "por el bien del justicialismo", algo que fue bien visto por
las bases y acompañado por casi la totalidad de la dirigencia. Dos liderazgos
diferentes que acordaron un destino común.
La elegida para
conducir el consejo partidario es la ex intendenta de General Conesa y actual
legisladora, Alejandra Más, una dirigente que tiene como principal
característica el diálogo y la búsqueda de consenso. Es muy bien vista por los
intendentes, a quienes Soria y Doñate quieren dejarle la mayoría de los
espacios para conducir ese órgano.
Soria ponderó hace unos días, vía Twitter, a Más de quien dijo “tiene la experiencia y la trayectoria necesarias para conducirnos en la unidad”. Los 9 intendentes del PJ brindaron su apoyo con un comunicado. Doñate venía trabajando en el acuerdo hace varias semanas, manifestaba su inclinación por la conesina a jefes comunales y legisladores.
Más, mostró sus
virtudes de decir lo que piensa pero con tono dialoguista, a fines del año
pasado, durante una reunión en General Roca, en la que Soria propuso a José
Luis Berros como presidente del bloque de legisladores y a María Eugenia
Martini como vicepresidenta. En esa ocasión, Más fue la única que se levantó y
dijo que por distintas razones la conducción de la bancada debería recaer en la
ex intendenta barilochense, algo que finalmente, un par de semanas después, ocurrió.
Se estima que los
sectores minoritarios del peronismo, que impulsaban al viedmense Gustavo Casas
para conducir el consejo, desistirán y se plegarán a la unidad.
Volviendo a la
situación de crisis por el Coronavirus, en el costado político de la cosa, la
gobernadora se mostró activa y con toma de decisiones y los funcionarios le han
respondido. Hasta aquí todo parece bien manejado. El avance del virus y la
capacidad de respuesta del gobierno harán ver el resto.
23 febrero 2024
Palabra de Domingo