Más de sesenta días (y vamos por 80) confinados y la situación por el
Coronavirus en Río Negro aparece como dispar, hay ciudades como Viedma que
están libres de circulación y otras en constante peligro como Bariloche, han
aparecido algunos focos en localidades de la Línea Sur que hasta hace pocos
días estaban tranquilas y también se ha disminuido mucho en las localidades del
Valle Medio, especialmente Choele Choel. Pero hay una síntesis que hizo el
presidente Alberto Fernández anoche: “Río Negro está haciendo las cosas bien”.
Con todo esto, y el anuncio del presidente Alberto
Fernández de extender la cuarentena hasta el 7 de junio próximo, Río Negro afronta
un panorama complejo, quizá parecido a lo que le suceda al resto de las
provincias: esperan que el fin de restricciones por la cuarentena que hubo
semanas atrás a algunas actividades traiga al menos un alivio en la
recaudación, algo que también es difícil, ya que los sectores productivos más
importantes de la economía provincial como la fruticultura y el turismo tienen
muy baja producción y las fronteras cerradas.
Durante una reunión virtual de hoteleros,
gastronómicos y comerciantes con la gobernadora, Arabela Carreras, el jueves
pasado, la mandataria estimó que los vuelos recién podrían restablecerse en
septiembre, por lo que la industria turística por excelencia rionegrina, que es
Bariloche se perdería toda la temporada. Hoy en Bariloche hay apenas unos pocos
restaurantes trabajando con delivery para poder tener algo de recaudación.
Pero la proyección negativa no es exclusiva para el
turismo de invierno. En Las Grutas también hacen un mal pronóstico para el
verano que viene: la falta de una vacuna, las restricciones de distanciamiento
social, la caída económica de los turistas rionegrinos y del resto del país y
hasta el propio miedo de la gente plantean un escenario poco prometedor.
Es decir que la apertura de actividades económicas que
se generen próximamente serán insuficientes no solo para los privados, sino
también para la propia recaudación del Estado en sus tres niveles: Nacional,
Provincial y Municipal. En Viedma, por su condición administrativa, estos
coletazos negativos también pueden golpearla si la Provincia no asegura de
donde sacar fondos para los sueldos, algo que fue advertido hace poco por el
gremio ATE primero y por legisladores del Frente de Todos, después..
Esta semana sesionó finalmente la Legislatura, que
apoyó las acciones adoptadas por el Ejecutivo. Hubo madurez en los
parlamentarios aunque por supuesto no faltaron las críticas de la oposición,
que si bien acompañó la prórroga del vencimiento de la deuda del Plan Castello,
dijo que los municipios deberían tener más aportes. Además el bloque liderado
por María Eugenia Martini dijo que “el Gobierno tuvo que reconocer que la
emergencia sanitaria existe en Río Negro desde antes de la pandemia”. El líder
del oficialismo, Facundo López tuvo un tono conciliador y agradeció a la
oposición el acompañamiento de las acciones realizadas por el Ejecutivo de
Arabela Carreras.
En Viedma las caminatas permitidas generaron una
preocupación porque una masa se volcó a la costanera a principios de semana.
“¡Así no!”, dijo un ofuscado intendente Pesatti cuando vio que mucha gente no
respetaba las distancias ni la soledad en que debían hacerse las caminatas y
mucho menos el radio de 500 metros.
Pero habría más tiempo para la preocupación. El jueves
tres combis con trabajadores golondrina salieron de Pedro Luro, atravesaron
todo el partido de Patagones, nadie los paró en Viedma y recién en San Javier
fueron interceptados por la Policía, que dio aviso al Ministerio de Salud y a
Migraciones, por tratarse de personas oriundas de Bolivia. Si bien todos tenían
documentación en regla, sus transportes no estaban habilitados. Quedó claro que
el anillo de seguridad tiene sus fallas y requiere de un mejor tratamiento
conjunto con Patagones, porque además la semana anterior se detectó en Viedma a
dos mochileros en bicicletas, que hoy están haciendo cuarentena en la capital
provincial.
23 febrero 2024
Palabra de Domingo