Es un mismo
territorio, pero hay dos realidades bien contrastadas; lo que es importante en
un lugar no lo es en el otro y viceversa. En cada lugar hay una prioridad
diferente y hasta se hablan de diferentes cuestiones. De un lado la libertad está
apenas uno abre la puerta y se puede hacer lo que se le venga en ganas,
mientras que del otro las restricciones son firmes.
De un lado la gente
puede ir al pub a tomarse una cerveza o a la playa a pescar con los amigos; del
otro se cuentan muertos, ancianos en su mayoría.
Si uno se queda con
apenas esta descripción tal vez podría pensar en las dos Coreas del Norte y del
Sur y sus realidades totalmente diferentes... o aquellas dos Alemania, Federal y del Este; pero no, por fortuna es bastante
menos terrible y en realidad estamos hablando de una realidad coyuntural que afecta a Río Negro.
El Coronavirus
alcanzó esta semana su curva más alta –hasta el momento- cerró la semana con un
total de 178 pacientes activos y lo peor, más de 30 muertos.
Bariloche y Roca son
los epicentros del Coronavirus. Ambas ciudades ensayan la teoría de la sábana
corta y cuando se reducen los casos en un lado se suman en el otro. Roca
arrastra a todo el Alto Valle y Bariloche a Dina Huapi y Jacobacci. El resto de
los casos en las otras localidades está dentro de lo esperado.
La otra realidad la
marca Viedma y la zona del Valle Inferior y casi todo el este rionegrino, donde
no hay casos. Por estos días basta con salir al centro para observar que hay
vida normal en la capital, lo que puede ser peligroso si la comunidad se
confía.
LA PALABRA reveló
esta semana que por día ingresan más de 180 personas a la ciudad, entre ellos
muchos funcionarios que, a partir de una decisión municipal consensuada con la
gobernadora, Arabela Carreras, comenzó a ser más dura y funcionarios que por
estos días cumplen aislamiento preventivo, como el caso del ministro de Salud,
Fabián Zgaib y su segunda, Mercedes Iberó, por citar algunos.
No a todos los
funcionarios les gustó la medida, incluso algunos se lo han hecho saber de no
muy buena manera a los trabajadores sanitarios que los reciben en el acceso a la
ciudad.
Mientras en el otro
lado de la Provincia se habla de horarios de salida por DNI, comercios sin
abrir y controles casa por casa, en Viedma se hace política y se habla de ella
todo el tiempo, como siempre.
Hemos hablado en esta
columna de la importancia de los gestos en la política. Uno entre muchos esta
semana que sobresale: la presidencia del Consejo de Niñez y Adolescencia de Río
Negro (CONIAR) quedó en manos de la oposición cuando era muy pretendida desde
el oficialismo, o al menos de un sector del oficialismo, más precisamente de la
secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), Roxana Méndez. Del otro lado
estaba la legisladora del Frente de Todos, Daniela Salzotto, a quien votaron la
mayoría de las instituciones intermedias, los consejos locales y hasta el Poder
Judicial.
Esta situación
cachetea fuerte al Gobierno y su política de contención de menores de edad.
Méndez quedó mal parada ante una Gobernadora que ha demostrado ser implacable y
este puesto puede resultarle clave a la oposición, siempre amiga de las
denuncias de insuficiencias, pedidos de informes y declaraciones de emergencia.
En la oposición se festejó esta victoria y en el oficialismo se evalúan jugadas
en contra de los propios “fuego amigo”, dicen algunos; “traición”, hablan los
más catastróficos. “Resultado de lo que se hace”, consideran algunos.
El CONIAR siempre fue
un ámbito complejo y sensible; todavía resuena el portazo que dio el sacerdote
Luis García cuando se fue de ese órgano en la gestión Weretilneck con
acusaciones y denuncias incluidas.
Mientras Río Negro sufre
los golpes que da la pandemia se espera el regreso de los empleados públicos en
Viedma a sus puestos en esta semana que se inicia y en edificios que no
terminan de estar en condiciones.
La vuelta será lenta
y paulatina, con horarios reducidos y sin los planteles completos. Hay lugares
que necesitan equiparse con mamparas, acrílícos y otras medidas de
bioseguridad, pero hay otros que necesitan reparaciones profundas, de acuerdo a
las inspecciones de seguridad e higiene que se hicieron esta semana que pasó en
las diferentes reparticiones estatales, sobre todo los de la Administración
Central. Los empleados que volverán no lo harán la semana completa inicialmente
y además será en horarios reducidos. Habrá rotaciones, un mix entre presencial
y teletrabajo.
El regreso disparará
una situación todavía no definida. El grueso de los trabajadores comienza a
preguntarse por el aguinaldo y lo cierto es que el Ejecutivo tiene un
compromiso de Nación, pero nada seguro. Para colmo el gobierno de Alberto
Fernández anunció esta semana también que no habrá ayuda a los privados con el
aguinaldo. Todo por verse, de este lado y del otro.
23 febrero 2024
Palabra de Domingo