Para estar peleados estaban muy juntos, dijeron esta semana con capturas de pantalla enviadas a La Palabra para desacreditar todo lo que se escribió el domingo pasado.

Y puede ser. Pero llamaron tanto la atención las fotos como la falta de ahínco para desmentir los cruces. Arabela Carreras y Pedro Pesatti, primero,  y Arabela Carreras y Alberto Weretilneck, después, se fotografiaron esta semana para los medios de comunicación, buscando así desmentir y hasta desacreditar lo dicho por este medio.

Pero lo verdaderamente importante fue el gesto de todos por mostrarse juntos; eso sí tiene valor. En ambas fotos hubo borrón y cuenta nueva. Todos han mostrado capacidad de neutralizar las diferencias, que tal vez persistan pero que por ahora prefieren no sacar a relucir.

Además, la pelea está dada otra vez con la oposición, con el bloque del Frente de Todos. Hubo muchos cruces en estos días y terminó el viernes con la posibilidad de fumar la pipa de la paz. Ocurrió que el Gobierno presentó un proyecto para modificar la elección de la presidencia del Ente de Desarrollo de General Conesa (ENDECON), un órgano colegiado con varios integrantes, pero controlado por el peronismo y muy vinculado a la presidenta del PJ, la legisladora Alejandra Más.

Hubo diversos cruces entre las bancadas de la oposición y el oficialismo en torno a este tema. Hacia el viernes se abrieron nuevas conversaciones. A esa hora, Carreras hablaba por teleconferencia con el presidente Alberto Fernández, sobre el Coronavirus en Río Negro y, tras el largo acto con el jefe de Estado, se enteró de la bola de nieve que se había formado en esas pocas horas.

Carreras tiene la última palabra y marca el ritmo de diferentes cuestiones políticas en cuanto de ella dependa. De hecho, en los últimos contactos que mantuvo la propia Gobernadora con la oposición el viernes a la tarde se retomó el buen diálogo y logró encauzar las relaciones; en este momento, mantener los buenos vínculos es más importante que gastar energías en confrontaciones que indefectiblemente se darán más adelante. El proyecto podrá esperar o se convertirá en objeto de negociaciones. La confirmación de ello llegará en la plenaria de mañana. Hay gran expectativa al respecto.

Carreras fue convocada por el Gobierno Nacional para participar de la conferencia que encabezó el Presidente. Fue de manera virtual, pero tuvo tiempo de hacer una descripción de primera mano de la situación rionegrina ante la pandemia.

En Casa de Gobierno destacan la sintonía fina que ha logrado la mandataria con el Presidente y sus ministros, con diálogo permanente y teléfono abierto.

Pero también es cierto que la cantidad de casos en Río Negro no logra un descenso y, si bien no hay un peligro de colapso, hay un desgaste político en la cartera sanitaria que se nota cada vez más. “Estamos en el medio del río, no podemos volver ni podemos parar, solo nos queda seguir nadando a la otra orilla”, confió un legislador cercano a la Gobernadora al querer decir que en este contexto no conviene hacer cambios en el gabinete sanitario.

En la capital rionegrina, en tanto, una cuestión muy sensible afecta a la gestión municipal: las tomas de terrenos. Comenzó con una y hacia el final de esta última semana se había expandido. El Ejecutivo reconoce que es una situación compleja, pero también quiso pasarlo por alto cuando funcionarios declararon que era un problema de quienes tomaron los terrenos con los dueños de las tierras. Si siguen pensando así están en un craso error; solo hay que tener en cuenta la evolución histórica de las tomas de terrenos en la ciudad; de modo que es imperiosa la intervención estatal –en este caso municipal- que permita llegar a un verdadero y definitivo acuerdo, para arribar finalmente a un ordenamiento de la ciudad y buscar más tierras para atender la siempre insuficiente demanda Caso contrario, Viedma seguirá remendando situaciones cada tanto sobre un problema que es cada vez más grande, porque además ni los gobiernos provincial ni nacional volvieron a construir una sola vivienda más en Viedma. Ni miras hay de que vuelva a existir un plan de viviendas en la ciudad.