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Con el diario del lunes somos todos grandes analistas, con el hecho consumado y resuelto todos vemos más allá. Y eso ha ocurrido en las últimas horas en Viedma, donde después de un gran encolumnamiento que tuvo el intendente Pedro Pesatti ayer recién salieron voces críticas con cierto fundamento.

La situación fue planteada a mitad de semana cuando Pesatti alertó en sus redes sociales la posibilidad de que presos de colonias penales federales de Capital Federal fueran trasladados a otra unidad, la 21, pero que si no había lugar se podría distribuir a esos detenidos en otras cárceles federales que tuvieran lugar disponible. Se hablaba de que eran unos 45 presos con Covid-19 o con síntomas. Eso, más el rumor surgido en la Unidad 12 de Viedma generó el alerta del Intendente, quien lo transmitió así, crudamente, casi tal como le había llegado la información, con la aseveración “no lo vamos a permitir”.Dura y quizá con vicios reaccionarios, pero muy personal.

Hubo gente que, encolumnada detrás de esta posición organizó incluso movidas para hacer guardias en los puentes, además de rechazar en las redes sociales de las peores maneras la posible llegada de personas.

Los que en ese momento se animaron a criticar los hicieron equivocadamente. Uno de ellos, el empresario y ex secretario de Desarrollo Económico de la gestión municipal de Gustavo Costanzo (1999-2003 y en la que Pesatti fue presidente del Concejo Deliberante), Roberto Brusa quiso descubrir lo que supuestamente no había descubierto nadie: “unidad 21 no es unidad 12”, cuando tal vez la crítica pasaba por otro lado, por el lado de los funcionarios provinciales que llegan a la ciudad con escasos días de cuarentena, por mencionar algunos. Después del sábado los argumentos aumentaron y los críticos de la gestión municipal tuvieron más letra o directamente acusaron de que la situación no había sido cierta en ningún momento.

Las intervenciones rápidas en política suelen ser las más efectivas y, por más exagerada que hubiese parecido, se desactivó algo que pudo haber ocurrido. Porque no hay que no olvidar que, no hace mucho tiempo, los viedmenses salieron a rechazar una planta nuclear recién cuando se había confirmado que iba a ser instalada. Mientras estuvo el rumor solo un puñado se había movilizado. En ese momento la gestión municipal de Foulkes fue acusada de haber actuado tardíamente. Pues aquí Pesatti fue rápido, tal vez con algún condimento dialéctico, pero logró un objetivo: se confirmó que los presos no vendrán.

Por supuesto que también eso se mide en términos políticos y le ha servido como un testeo de cómo está la gestión del Intendente con la comunidad.

Hay que tener en cuenta que esto que ocurrió obligó reacciones: del juez Federal de Viedma, que tomó el habeas corpus e hizo lugar; el intendente de Patagones, José Zara, quien acompañó la postura de Pesatti; el Concejo Deliberante de Patagones que se pronunció de igual manera y el Concejo Deliberante de Viedma, que también hizo lo propio. Además, legisladores del arco político provincial también se expresaron en apoyo al intendente y la gobernadora, Arabela Carreras se mantuvo informada al respecto.

Cualquier crítica que se le pueda hacer al Intendente debe ir acompañada de una crítica propia, o autocrítica, ya que esta situación nos hizo llevar la solidaridad y el humanismo a marzo, pues nos quejamos de presos con Covid-19 pero poco y nada hemos dicho sobre los funcionarios que llegan a Viedma y no hacen cuarentena. En términos de objetivo de defensa del estatus sanitario lo hemos logrado, pero en términos humanitarios, cada uno de nosotros perdimos al anteponer un rechazo que no mide con la misma vara a los funcionarios que se pasean por la Provincia.

Precisamente, el Gobierno provincial además de la problemática del Covid-19, que todavía genera preocupación en el Alto Valle y Bariloche, sumó una preocupación con las intensas nevadas que dificultaron la asistencia a los pobladores de los parajes.

En el medio de todo esto, los gremios ATE y UPCN vuelven a pelearse por quien tiene más afiliados, una discusión absurda desde lo cuantitativo, pero que desde lo político juega en la legitimación de las negociaciones, sobre todo las que van a venir.

La situación económica de Río Negro parece agravarse, recién está terminando julio y se está pagando el aguinaldo; el sobresalto seguirá toda esta semana porque la que viene ya hay que pagar sueldos.

Los municipios no son la excepción de este cuadro financiero: la mayoría aprobó el crédito ofrecido por la Provincia con fondos de Nación a tasa baja. Entre ellos Viedma aparece con una situación distinta, no muestra sobresaltos financieros, pero tomará igualmente el crédito para invertirlo en bienes de capital y no en pago de sueldos como otros.

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