Arabela Carreras es hoy objeto de tironeos entre el oficialismo y la oposición. La figura de Alberto Weretilneck no deja de condicionar su gestión y para todo lo que hace la mandataria el partido Juntos Somos Río Negro tiene un cuestionamiento interno. Ha ocurrido de tal manera en estos diez meses de gestión que la Gobernadora ya dijo que no está dispuesta a ir por un segundo período, una situación inédita para la política rionegrina desde que Osvaldo Álvarez Guerrero -barilochense al igual que Carreras- desistiera de ir por su reelección. Los casos son tan disímiles que solo sirven como antecedente.

Carreras, de buena sintonía con el gobierno nacional de Alberto Fernández, es castigada por los popes de su partido por ese vínculo, pues la supone recostada sobre un apoyo que no es el propio de Juntos Somos Río Negro. Piensan los popes que en estás condiciones Carreras escapa al férreo control partidario y que ese corte puede perjudicar al oficialismo de cara al futuro.

El Frente de Todos observa esta situación y cuestiona que Juntos Somos Río Negro está enfrascado en su propia vida interna y se olvida de los múltiples problemas que afronta la Provincia. Y no es que quieran cooptar a Carreras pero la prefieren cerca, entre otras cosas para que la mandataria contribuya a la gobernabilidad nacional de Fernández, muy necesitado de apoyos externos en este momento de flaqueza institucional y política.

Semanas atrás se han visto muestras de la diferenciación de Juntos del gobierno nacional. Uno de ellos fue la crítica del senador Weretilneck al PAMI por la deuda con hospitales rionegrinos, que fue contestada por su par del Frente de Todos, Martin Doñate y un destrabe de fondos que vinieron acompañados de un pedido del senador peronista: que ahora quien tiene que saldar deudas con los hospitales es el IPROSS. Ese reclamo fue más bien una crítica a la gestión gubernamental de Weretilneck.

En la última sesión legislativa el legislador oficialista Facundo López, que responde al cipoleño, cuestionó al gobierno nacional y a la vicepresidenta Cristina Fernández, lo que generó la reacción encendida de todo el Frente de Todos, que reclamó a Juntos que se ocupe de los problemas de los rionegrinos. Se destacó en ello un enérgico reclamo de todos los concejales frentistas de Río Negro.

Esos problemas están hoy teñidos por el coronavirus. En la Provincia no se ha logrado bajar la curva y el ritmo de contagios ha crecido a ritmo acelerado. Roca y Cipolletti aparecen como estabilizadas pero en cantidades altas; Bariloche experimenta cierta merma, pero también la cantidad es alta y Viedma tardó apenas dos meses en tener más de 560 contagios.

El viernes, un mensaje del intendente Pedro Pesatti llamaba a la reflexión a los viedmenses para este fin de semana. El Día de la Madre y la costumbre de la reunión familiar y las altas temperaturas con la congregación de gente en el río y en el mar en este contexto de rápido contagio. Pesatti remarcó la situación compleja por la que atraviesa la ciudad y pidió extremar los cuidados, evitar las reuniones familiares en pos de cuidar a los más grandes.

Un par de días antes Pesatti se mostraba molesto en conferencia de prensa. Contestó sobre los mayores controles que haría el gobierno rionegrino: “No trabajo en la Provincia” y dijo desconocer la cantidad de gente que ingresa a la ciudad porque la Policía no le da estadísticas a la Municipalidad.

El humor del Intendente no solo tiene que ver con el coronavirus, sino con otras cuestiones del municipalismo. Ese mismo día dijo que estaba dispuesto a dialogar con el sector gremial que pide un aumento del 30 por ciento y no descartó un acuerdo salarial antes de fin de año, pero apenas dos días antes su secretaria de Hacienda, Carolina Brecciaroli dijo que no había ninguna chance de aumento.

El fin de semana, con altas temperaturas y con el Día de la Madre como características también tuvo el Día de la Lealtad Peronista, movimiento acostumbrado a actos masivos, pero que en esta ocasión tuvo que conformarse con un acto vía plataforma de streaming. Aun así se destacó la comunión que hubo entre Martín Doñate, Martín y María Emilia Soria, María Eugenia Martini, Alejandra Más y otros dirigentes de la primera línea del peronismo rionegrino. Digno de destacar.

Claramente la realidad que nos toca vivir, tanto con el coronavirus como con la economía, la vida social, lo que no acordamos y lo que sí acordamos requiere de una buena dosis de tolerancia y empatía, porque no hay salvaciones individuales.