Desde la semana pasada siete provincias se habían anticipado a las restricciones y decidieron medidas más extremas que la que terminó proponiendo el Gobierno nacional, con algunos conflictos internos con intendentes y las entidades empresarias. Río Negro se mantuvo expectante hasta último momento, pero había avisado al presidente Alberto Fernández y a sus funcionarios que no estaba de acuerdo con una restricción total en lo que se denominaba “toque de queda”, entre las 23 y las 6, sino que debía escucharse a los distintos sectores que hacen no solo a la economía sino a la idiosincrasia de cada lugar.

El viernes el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero anunció que el Gobierno nacional sugería medidas y que serían las provincias y municipios los que dispondrían de una definición. Fue un guiño para los gobernadores que aguardaron hasta último momento, entre ellos la rionegrina, que había planteado factores geográficos y socialmente locales para determinar cada decisión.

Esto muestra una vez más la buena sintonía que mantiene el Gobierno nacional con la mandataria rionegrina, quien se siente escuchada y respaldada, sobre todo tras una semana en la que una vez más las divisiones internas han vuelto a embestir la vida institucional rionegrina, agregada a aquella declaración del sindicalista de UPCN, Juan Carlos Scalesi, quien atribuyó el mando real de Río Negro a Alberto Weretilneck y al ex funcionario radical Daniel Sartor.

Será importante la medida a adoptar, pero será consensuada y es por eso que este sábado la Gobernadora se reunión con las cámaras turísticas y comerciales, quienes plantearon que, de concretarse un horario, éste debería comenzar no antes de las 2 de la mañana para permitir la actividad de bares y restaurantes. En ese sentido, Gobierno y privados coincidieron en que el aumento de contagios no estuvo dado en los locales gastronómicos sino por las fiestas clandestinas.

La decisión será tomada el lunes después de que Carreras escuche a los intendentes, que tienen posturas similares, sobre todo los de ciudades grandes y turísticas.

En el plano político la mandataria se mantuvo centrada en estos días en resolver esta cuestión sin que la sábana le quedara corta, ya que en ese caso podrían darse reclamos como los que ya se anticiparon en Cipolletti o Bariloche. Carreras tuvo buen tacto y manejó bien los tiempos y el horario de restricción podrá ser a la 1, a las 2 o a las 3 de la mañana, pero fundamentalmente, será consensuado y eso en este momento social es muy importante.

Viedma, en tanto, también escucha a los sectores y no se opondrá a que la restricción horaria sea después del horario de cierre de los locales gastronómicos. Paralelamente realiza un trabajo de mudanza paulatina de los carritos gastronómicos de la costanera hacia el Parque Ferreira.

En los últimos días se dio a conocer desde el municipio un nuevo organigrama, el segundo que se oficializa en la presente gestión de Pedro Pesatti y en la que aparecen dos nuevos funcionarios (un secretario y un subsecretario) respecto de la gestión de José Luis Foulkes y que tienen un basamento permitido en aquel cálculo inicial realizado hace un año en el que se dijo que en Viedma somos poco más de 80 mil según una proyección corregida del Censo 2010.

En la gestión de Pesatti no quieren dejar rastros siquiera de la cartera que manejaba hasta hace poco Marco Magnanelli, quien recaló en el Concejo Deliberante, y se designó a Gastón Gutiérrez como nuevo secretario de Servicios, Espacios Públicos y Ambientes, áreas que dejan de estar bajo la órbita de Obras Públicas, acaso ante las fuertes diferencias que tiene el propio Gutiérrez con Gastón Renda.