“Me contaron que bajo el asfalto existe un mundo distinto…”,
podría llamarse esta columna. Hay una política en lo profundo, lejos de la
superficie donde está la gente, que poco tiene que ver con la magnitud real de
ciertas cosas.
Un ejemplo: mientras desde los sectores afiliados de Juntos
Somos Río Negro se prendían en la confrontación interna, la disputa entre la
gobernadora Arabela Carreras y el presidente del partido, Alberto Weretilneck,
ya había pasado a un plano diplomático. Con el correr de los días las
tensiones se aflojaban mientras se iba confirmando que nadie dará un portazo y, que sea quien fuere el candidato a diputado nacional, habrá un alineamiento.
Para poder interpretar el vínculo entre Carreras y
Weretilneck hay que saber que la disputa es real pero no permanente y que, por
defecto de cada una de sus posiciones, habrá confrontación, pero no diáspora.
Juntos se fagocita a sí mismo, se parece en eso a monstruos de la mitología. Este se come a sí mismo hasta que le llega el turno de la boca y es ahí donde se regenera y empieza nuevamente. Así toda la eternidad.
Un round hubo en la elección de los integrantes del STJ;
allí, tanto la Gobernadora como el Senador disputaron liderazgos y hasta ambos
se sintieron ganadores. Tal vez quien haya ganado todavía un poco sea la
mandataria, que quedó fortalecida políticamente frente al resto de las
instituciones del Estado.
El conocido “saludo 1, saludo 2”, con que el peronismo
resume su lealtad y organicidad no parece encontrar sustento en Río Negro. A
decir verdad, no es el peronismo sino la amplia conformación del Frente de Todos
la que lo vuelve tan complejo al momento de definir un candidato o candidata
para la Cámara Baja. La sanantoniense Ayelén Spósito, de la mano del Movimiento
Evita quiere darle continuidad a su mandato, pero también hay otros que están
listos para disputar ese lugar: el massista Frente Renovador impulsa en la
Provincia la candidatura del ex intendente de Villa Regina y legislador Luis
Albrieu; el Frente Grande pretende que el legislador y ex ministro de Educación
(de Weretilneck), Marcelo Mango, sea su candidato. El sorismo, por su parte,
apela a que el candidato sea el legislador José Luis Berros. En la semana se
dijo que hasta el propio Martín Soria, ministro de Justicia de la Nación,
podría ser candidato por expreso pedido de la Casa Rosada, pero tal opción
quedó diluida pocas horas después.
Juntos por el Cambio tiene una disgregación de criterios que
hace más difícil un acuerdo inmediato. El agite nacional tiene su correlato en
Río Negro y, mientras tanto, el cipoleño Aníbal Tortoriello aparece como el candidato
más claro, aunque eso no quita de la carrera electoral al dirigente macrista
Nicolás Suárez Colman o al del ARI Javier Acevedo. La pata radical también
quiere imponer lo suyo y hasta ahora no han logrado encontrarle la punta a un
enredado ovillo.
23 febrero 2024
Palabra de Domingo