El martes se reunió la tropa de JSRN. Fue el primer
encuentro luego de la frustración electoral. La fuerza que conduce Weretilneck
afianzó notorias características: no discute de política ni revisa los errores
de forma colectiva. Estaban citados los funcionarios de primera línea,
legisladores e intendentes. De allí surgieron las autoridades de partidarias.
La militancia esta vez no fue de la partida. No había ánimo
de habilitar el debate con las bases. Luego de las Primarias participaron de la
evaluación realizada, fueron impiadosos con la gestión. Varios intendentes se
aferraron a cualquier excusa para no viajar hasta Viedma. Pegaron el faltazo,
Bruno Pogliano, German Epul, Sabina Costa. Las bajas se sintieron porque Maquinchao
y Villa Regina ya no están enrolados en Juntos.
La reunión no fue larga, fueron tomando la palabra de
acuerdo al ranking de jerarquía institucional. El partido no existe, solo el
Gobierno. El mandatario enmarcó el mitin “no vamos a hablar para atrás”. Clausuró la bronca
por las equivocaciones del 2017. Con la arenga de la concreción del Plan
Castello pateó la pelota para el año entrante. Reafirmó la idea de proyecto
provincial alejado de los polos nacionales en pugna. Anunció la inauguración de
la Casa de Juntos a metros de la costanera viedmense para antes de navidad, apenas
una formalidad.
Pesatti lo secundo en el discurso, llegó a esta instancia
sin reaccionar ante los desplantes. Es una carrera de fondo en la que restan
dos años. Quizás allí radique su victoria en esta etapa, no entró en las
provocaciones que intentaban sacarlo del tablero. El tiempo juega a su favor, comienza
la era de la persuasión. Weretilneck antes o después vislumbrará que no tiene
ninguna chance de ir por la re reelección. Comprenderá que en el futuro el sol saldrá
para todos o ninguno.
Luego esbozó algunas líneas Alejandro Palmieri, a quien el
sector antiperonista quiere posicionar como un plan B para la gobernación. Al
ex ministro le cuesta hilvanar consideraciones políticas, cuando se corre de la
cuestión económica expone sus carencias. Continuó el intendente de Bariloche, intentó
disimular el malestar que le provoca el accionar conjunto de Nación y Provincia por
la extensión de la concesión del Cerro Catedral. El jefe comunal de Chichinales
y los ministros Di Giacomo, Arabela Carreras y Carlos Valeri fueron en la misma
línea de proyecto independiente.
El resto de los titulares de organismos no abrió la boca.
Los hermanos Nelson y Elbi Cides se mantuvieron expectantes. Ellos no se
incorporaron a la estructura de JSRN, prefirieron mantener vivo el Movimiento Patagónico
Popular por donde transitaron los cipoleños de la mano de “Rudy” Salto. Hoy disputan
espacio en la “mesa chica de Alberto”. Hay gestos de reyerta interna. El
Secretario General reprendió a Facundo López por las gestiones de viajes para clubes
de la región. Colisionaron porque ambos cumplen órdenes contrapuestas. Para uno
el cuidado de los recursos, para el otro el cumplimiento de los compromisos políticos.
El hacedor parlamentario evitó la confrontación pero no está dispuesto a ceder
espacio al lado del Gobernador. Sabe esperar los yerros de las áreas del Ejecutivo
para inclinar la balanza a su favor.
El martes habrá actividad institucional en el Salón Gris de
la Casa de Gobierno, se presenta el proyecto del Casino del Río en las
instalaciones del Club Sol de Mayo. La empresa
Crown busca extender la concesión que vence en 2022 por otros 15 años. Como
contraparte ofrece un complejo hotelero-gastronómico con Salón de Juegos en la esquina
de Costanera y Don Bosco de Viedma. Una manzana quedará afectada a este
desarrollo. A la institución deportiva le renovarán sus instalaciones y le abonaran
una cifra millonaria para que pueda sanear sus pasivos.
Toda la inversión representa unos 420 millones de pesos. Incorpora
el primer hotel 5 estrellas de la región, centro comercial con patio gastronómico
y auditorio para 500 personas. Promocionarán el impacto de 180 puestos de
trabajo de forma directa. La empresa pregona que menos del 10 por ciento del
espacio físico estará destinado al Casino. Las obras de infraestructura del
Club se llevarán 100 millones de pesos. La extensión de la concesión abarca las
salas Viedma, El Cóndor, Las Grutas, Cipolletti, General Roca, Choele Choel y
Catriel.
En enero la provincia prorrogó de forma automática por otros 15 años el convenio por los casinos
de Bariloche, Ingeniero Jacobacci y El Bolsón a Entretenimientos Patagonia SA. Aquel
contrato vencía durante 2017. Distinto es el caso de Crown a quien Verani le
extendió el vínculo hasta 2022 antes de culminar su mandato en 2007. Con el
aval de Lotería, Obras Públicas y Fiscalía de Estado se realizará la presentación
de “la inversión privada más importante de la historia de Viedma”. Fiel al
estilo fundacional que impone el Gobernador, así saldrá a la luz el proyecto “Sol
del Río”.
Lejos del tiempo electoral se reinstala la controversia de
la radicación del Casino en la Costanera. Por un lado Provincia, Municipio, El
club, la UOCRA y la concesionaria hablaran de inversión, mano de obra y desarrollo.
El punto de vista de oposición concreta lo aportan vecinos de la ciudad, en
particular del barrio Don Bosco, el club Náutico la Ribera, la Asociación
Argentina de Agentes de Viajes y Turismo, los colegios de Arquitectos,
Martilleros y Abogados. A todos ellos se
suma la Cámara de Comercio, Turismo, Industria y Producción.
La negativa se funda en el impacto urbanístico sobre el
paseo público, vidriera de la ciudad capital. Agregan el saldo económico negativo
por el funcionamiento de un Casino que absorbe recursos de la ciudadanía generando
problemáticas sociales en perjuicio del desarrollo integral. Dos visiones
contrapuestas se pondrán en debate. El Gobierno corre con el antecedente de la
pésima comunicación en torno a la Central Nuclear. Tiene una nueva oportunidad
de establecer contacto con la comunidad, desaprovecharla sería alejarse definitivamente
de Viedma.
23 febrero 2024
Palabra de Domingo