En la semana el oficialismo logró concentrar todas las
miradas del ámbito político de la forma más turbia. El conductor del ejército
no frenó a tiempo la rebelión interna, las bajas son todas propias. Las esquirlas
de la migración de Ricardo Arroyo impactaron en los leales. En el radicalismo se
pusieron en movimiento los engranajes, como siempre son tan importantes los
procesos internos como las elecciones generales.
Weretilneck está desenfocado, le dio entidad a la salida de
Arroyo. Discursivamente minimizó su partida pero en los hechos obligó a los “peronistas
de Juntos” a expresarse contra Martín Soria con la excusa del Plan Castello. Con
eso demostró que temía un mayor derrame. Ubicó al expatriado en el centro de la
escena. Convalidó el discurso del lamarqueño que se fue por “la falta de
dialogo e instalación de un modelo stalinista, imposible de llevar adelante por
alguien que no tiene reelección”.
Di Giacomo, arrebatado con la dura posición del Gobernador, intentó
asestar el golpe final a los ex justicialistas. Cometió el error de dar la pelea
en el lodo. Despectivamente menguó la representación de los peronistas, olvidó
que estos pasaron buena parte de su vida política batallando en el barro fuera
de la comodidad del poder. Presurosos Pesatti y Arroyo instalaron conceptos
duros como alcahuetes, mercenarios y “valijeros” para los integrantes de la orbita
que rodea al Gobernador.
En el juego del vale todo, apareció una grabación
clandestina perpetrada en noviembre pasado donde el secretario de Gobierno, Félix
“Cacho” San Martin, insultaba al Vicegobernador. La gravedad del hecho se engrandece
porque fue en un asado del ministerio que conduce el psiquiatra roquense. El nivel
de degradación es tal que funcionarios se graban entre ellos, luego actores de
la misma coalición “viralizaron” el audio para “fogonear” la pelea en el fango.
El viernes se firmó la tregua entre el círculo de confianza
del Gobernador y Pedro Pesatti en el sexto piso de la legislatura. Venían de la
presentación de la Fiesta de los Frutos Secos en IDEVI. Con varios termos de mate
mediante resolvieron que el agravio recibido por el vicegobernador debía tener
un castigo. El viedmense requirió la expulsión de Luis Di Giacomo, a quien le
adjudica muchos de sus pesares.
López y Palmieri acercaron la posición del Vice a
Weretilenck que estaba por entrar a la reunión pautada con el presidente
Mauricio Macri. El mandamás resolvió que se fuera el segundo del ministerio,
quien había descalificado a Pesatti entre sus pares de Gobierno mientras era
grabado sin su consentimiento. San Martin cayó por “fuego amigo” tras una
balacera que pudo realizarse antes pero la pata peronista esperó el momento adecuado
para disparar, cuando el lodazal era lo suficientemente amplio apareció el
audio.
Pesatti se cargó un enemigo interno. Si le conviene expondrá
su perjuicio porque no eyectaron a Di Giacomo. El ministro quedó herido, constató
que los otros componentes de la esfera no defienden a nadie. Alejandro Palmieri
reconfirmó en su interior que no será el candidato de la debacle. No piensa representar
esa banda inconsolable que deja como herencia Weretilneck.
En el radicalismo renovarán autoridades partidarias entre septiembre y octubre. En el partido con elevada cultura interna, Darío
Berardi buscará ser reelecto en la presidencia. Luego de la deserción de Horaco
Massaccesi tras el fracaso electoral de 2015, el viedmense se hizo cargo junto
a Verónica Toffoni de Villa Regina y Carlos Sánchez de Choele Choel en las
vicepresidencias. La del alto valle este llegó de la mano del intendente de
Huergo, Miguel Martínez. Poco a poco fue desapareciendo de la escena al punto
tal que no participó de la campaña a jefe comunal de este año.
Los referentes actuales entienden que el radicalismo tiene que
tener mayor compromiso del Alto Valle y Bariloche. Los nombres de Guillermina
Alaniz, una sub 45 como Lorena Matzen asoma desde de la región andina. Ariel
Bernatene de General Roca buscará escalar hasta una vicepresidencia. La irrupción
de la diputada nacional entusiasmó a esa generación a pelear por los
principales espacios.
El concejal reginense Carlos “Carli” Rodríguez tendrá su
merecido reconocimiento por el crecimiento obtenido en su ciudad. Puede abrirse
una puerta para él en la convención. Cipolleti
o Cinco Saltos pueden completar los primeros lugares de una lista de unidad. En
el caso que deban meterse en el fango de la confrontación, confían en generar
volumen en los 30 comités.
Los intendentes no están meditando la cuestión interna. No
podrán homogeneizar nombres para la discusión, algunos piensan directamente en
el 2019. José Luis Foulkes y Yamil Direne no tienen reelección, Miguel Martínez
anticipó que buscará recalar en el parlamento. A Mabel Yahuar no la conduce nadie.
Silvina Pérez y Carlos Toro acompañarán la reelección de Berardi en pos de
cerrar filas en sus pueblos para evitar caminos empantanados.
En el FPV Martín Soria continúa con su recorrida “premundialista”.
Ayer estuvo en Choele Choel junto a su vicepresidente Daniel Belloso. La semana
que comienza visitará la región andina. El 25 llegará a Pilcaniyeu y Comallo. Al
día siguiente recalará en Dina Huapi y Ñorquinco. En su rol de presidente del PJ
entrega credenciales a los afiliados con su reiterado discurso donde asocia a
Weretilneck con el presidente Macri.
Soria desoirá la recomendación de postergar su raid porque la
población abandona su atención política durante la ecuménica cita deportiva. Sonríe
cuando recuerda que también le aconsejaron desatenderse de la elección de Villa
Regina que finalmente ganó con contundencia Carlos Vazzana. Promete actuar al revés, acelerando al momento
de esquivar los charcos.
23 febrero 2024
Palabra de Domingo