Confidencias y desencuentros

Comentar

Distintas reuniones nos dejó la semana. Se dieron al mismo tiempo pero muy distantes geográfica e ideológicamente. Un tiempista dio el paso al frente dejando estupefacto al dueño de la pelota. El que avizora un futuro venturoso logró reunir antes de lo pensado a la tropa experta en batallas cuerpo a cuerpo.  

En Sierra Colorada, en la lejana Región Sur, se congregaron los jefes comunales del FPV en torno a un Martín Soria convertido en líder. El roquense impuso su particular estilo a fuerza de victorias y aciertos políticos. Los 15 intendentes peronistas dieron el presente en la casa del joven Fabián Pilquinao, discípulo del titular de la bancada de legisladores, Alejandro Marinao.

El FPV es la fuerza política que más jefes comunales detenta en la actualidad. Recientemente recuperó Villa Regina de la mano de Carlos Vazzana. El encuentro era reclamado por lo bajo,  mientras tanto Soria esquivaba el convite. Ahora aprovechó a realizar un contundente gesto político contra JSRN y Cambiemos.

Al oficialismo provincial le demostró que todos los intendentes jugaran en su equipo. Al macrismo le señaló que focaliza en él todos los males. Develó un cambio en su personalidad, se mostró distendido, escuchando los requerimientos de sus pares.

Los jefes comunales fueron al meollo de entrada planteando “nosotros no somos ni pichettistas ni soristas, no hay que ver fantasmas, damos por sentado tu liderazgo, estamos encolumnados, unidos detrás de tu candidatura”. Sentenciaron intentado erradicar las eternas desconfianzas.

Soria recibió gustoso la música en sus oídos, estratégicamente milita contra los ismos. Les aclaró que no pretende consolidar un espacio por sobre otros. Indicó que los valoraba por dar la cara permanentemente. Los instó a visibilizar más las “exitosas gestiones locales que desarrollan”. Aseguró que ellos son los jugadores para la partida más importante de su vida. Habituado a otros modales, esta vez derrochó cariño.

Envalentonado bajó línea política, argumentando que “ya ni siquiera hay que pegarle a Weretilenck, porque no es candidato, hay que conversar con los vecinos mostrando que el modelo de país de Macri nos está llevando a la ruina”. El comunicado difundido fue en ese sentido, reclamaron la falta de gestión de Nación en Rio Negro. Dejó pasar la crítica a la provincia evitando incomodar a los representantes de los pueblos más chicos que requieren recursos.

Vazzana destacó al hecho como inédito, ningún otro candidato a Gobernador del PJ había reunido a todos los jefes comunales antes de la contienda, siempre alguien se desmarcaba. En su intimidad, Soria recordó el proceso de su padre, quien debió esperar hasta que Pichetto declinara su postulación en febrero de 2010 para comulgar con aquella liga conducida por Juan Domingo Garrone. El recuerdo siempre está presente. Volvió entusiasmado a Roca al tradicional acto de jura de la Bandera.

 Soria junto a su congregación marcaron distancia de la convocatoria de Nación en Fernández Oro. Por su parte, el oficialismo provincial en principio adhirió y finalmente desertó sobre la hora. Los mandatarios locales de JSRN iban a asistir por indicación de la Dirección de Municipios, luego les dieron libertad de acción al percibir que no había voluntad. Hay malestar con Sergio Wisky y Juan Martin por las gestiones no concretadas de estos años. Se acabó el período de selfies con sonrisas regaladas.

El único que arribó fue Gustavo San Román de Rio Colorado. Se sorprendió al comprobar que sus pares de Juntos nunca desembarcaron. Weretilneck también prefirió a último momento sortear la foto de los suyos con los de Macri. Justo a esa misma hora estaba en la Quinta de Olivos con Rogelio Frigerio, su interlocutor del Gobierno Nacional.

Hasta la mítica Residencia llegó a solicitar acompañamiento para cumplir con el próximo medio aguinaldo que debe abonar en 30 días. Tuvo que brindar explicaciones por las exacerbadas críticas que profiere su Vicegobernador al Presidente. Frigerio que monitorea Rio Negro semanalmente, indicó que Pesatti además es precandidato. Su gente le expuso las quejas. Allí el Gobernador reveló que su delfín es el ministro de Salud.  

Previo al viaje a la Capital para reunirse con Frigerio, deslizó que Zgaib sería un “candidatazo” por su experiencia en el Ejecutivo. Sin margen Pesatti denunció la alteración del contrato inicial de precandidaturas considerando vacuas las argumentaciones del mandamás. Hubiera preferido que le expresen en privado los justificativos políticos de la falta de aval. Se ocupó de aclarar que si hay acuerdo con Cambiemos el no será parte.

Por ahora todo corre por el andarivel de las suposiciones. El titular de la Legislatura radicalizó su postura. Las principales autoridades institucionales de la provincia no tienen dialogo. La dureza de las declaraciones desconcertó al mandatario, siempre convencido en la falta de reacción del vice. El viedmense no se irá, está persuadido de la disputa ideológica contra el Macrismo. De esta forma puso en crisis a un oficialismo que dividirá aguas en el Parlamento en un par de meses.

Para graficar la típica crisis de pareja por engaño, algunos días atrás Weretilneck le confesó a Miguel Pichetto que su candidato es Fabián Zgaib. Lo hizo ante la atenta mirada de su interlocutor en una de sus visitas al Congreso de la Nación. Aquel viejo rival ahora es su esperanza de anclaje nacional por eso la necesidad de narrárselo en persona. En Juntos se ilusionan con la nueva pata peronista, una entelequia casi imposible. El Senador no confía en el cipoleño pero disfruta su nuevo rol de confidente.

También te puede interesar...