Una crisis inesperada se desató sobre el fin de semana en el Gobierno, que dejó al descubierto una falta de unicidad de criterio respecto de políticas públicas que se aplican actualmente en Río Negro.

Vino con una simple tontería: la falta de un aprendizaje digital que no le es exclusivo a Roxana Fernández, pero que lo padeció la legisladora de Juntos Somos Río Negro, que una reunión de comisión legislativa no apagó el micrófono de su computadora, en su casa, mientras dialogaba con otra persona allí y le decía: “lo que pasa es que Arabela se está mandando muchas cagadas” y rápidamente quiso que la tierra se la tragara en ese mismo instante.

El hecho pasó sin ninguna expresión posterior de parte del Gobierno. La gobernadora Arabela Carreras tuiteó una foto de Bariloche con un texto que decía “Hermosa nevada en Bariloche” y con eso se intentó minimizar el hecho.

Pero realmente es un hecho mínimo? La respuesta es que no, y todo parece indicar que habrá que esperar el correr de algunos días para encontrar una resolución a esta situación. Institucionalmente podrá decirse que Juntos es una construcción heterogénea y que tiene diferentes visiones sobre particularidades. Políticamente, el blooper de Fernández cayó como una bomba H, porque en el seno de Juntos se sabe que hay diferencias y que a la mandataria se le mide la talla con cada paso que da y se le ha cuestionado algunas veces de frente y muchas veces por detrás.

Con un escenario acechado por el Coronavirus que pone a Río Negro entre las provincias que más sufre la pandemia, a Carreras se le aparece un problema político interno que muestra cómo está Juntos Somos Río Negro hoy y que, como trasciende lo institucional para ir a lo interno, podría pedir la intervención del líder partidario: Alberto Weretilneck, pero a quien Carreras prefiere no deberle nada.

La Gobernadora tiene ante sí dos posibilidades: ser la implacable que ha sido hasta ahora -esa Carreras que ya en los primeros cuatro meses de su gestión había echado a dos ministros por desobedecer órdenes estrictas- e ir por Roxana Fernández, o ser magnánima y anteponer al Estado y a la política por encima de cualquier encono con una legisladora que, además, no es de su círculo de confianza, pero tampoco lo es de Weretilneck.

Puertas adentro, Carreras no deja pasar una: ni siquiera el color de la tinta que usa para firmar sus decretos. Se dice que usa una de color azul, cuando lo acostumbrado (desde el viejo Código Procesal) es el color negro y cuando desde el Superior Tribunal de Justicia le plantearon ese detalle, ella contestó que “cuando era ministra de Turismo y firmaba con azul ustedes me lo observaban, hoy sigo firmando con azul, pero ya no me pueden decir nada”.

Siguiendo esta línea, ser implacable le significaría avivar una crisis política interna que hoy no quiere ni necesita y, en cambio, ser magnánima sería evitar esas confrontaciones, pero dejar de ser como es.

La semana había tenido hasta este hecho un tinte pacifista, porque arrancó con Carreras en General Roca visitando a la intendenta María Emilia Soria y ambas paseando en la plaza principal. Charlaron como nunca antes, limaron asperezas y el foco de conflicto político que parecía crecer en Roca finalmente quedó extinto –al menos por un tiempo- y tanto Carreras como Soria se sintieron fortalecidas por este encuentro, que no se dio al principio de la gestión de ambas por el miramiento negativo que tendría de Martín Soria, por un lado y de Alberto Weretilneck, por el otro.

Claramente, Carreras ya arma su vuelo propio, con sus decisiones propias y más allá de estar de acuerdo o no, es algo sano, pues muestra independencia en su investidura institucional.

Fue tan bueno el resultado del diálogo entre ambas, que la visita del ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, pasó totalmente sin pena ni gloria, hasta descontextualizada, cuando solo unos días antes la intendenta Soria le había pedido la presencia de Gendarmería en su ciudad.

Lo lamentable para Río Negro es que el Coronavirus sigue pegando fuerte en el Alto Valle, como así también en Bariloche, adonde reapareció tras el Día del Padre y sorprendió con una cantidad por nadie prevista en Jacobacci. Esta situación ubica a la Provincia entre las que más sufre los embates del Covid-19 a nivel nacional y los medios de Buenos Aires hacen su propia valoración sobre los gobernadores según la cantidad de infectados.

A todo esto se espera el anuncio sobre el cronograma de pagos de los sueldos de junio y también el del medio aguinaldo. En el Gobierno están esperando cerrar el acuerdo del préstamo con Nación, tras eso habrá un anuncio aunque preferirían que sea en las próximas horas para comunicar ambas cosas juntas.