Al llamar las cosas por su nombre los avezados comentaristas políticos que tiene Viedma podrían resumir estos siete días en dos palabras: “¡Qué semanita!” entendiendo también que la capital –acaso por esa misma condición- tiene más gente que habla de política por metro cuadrado de toda la Provincia.

Y es que la semana empezó y terminó con fuertes confrontaciones. Al principio nomás se conoció la salida de Luis Ayestarán de la Lotería de Río Negro. El contador alegó motivos personales, pero en realidad las nuevas reglas de juego que impuso la gobernadora, Arabela Carreras, desde su asunción el 10 de diciembre,

no son iguales a las que había cuando Alberto Weretilneck ejercía el poder administrativo de Río Negro. Apenas llegó a la Gobernación, Carreras ordenó una auditoría en Lotería y ese hecho rompió la relación entre ambos para todo el viaje. Además le recortó decisiones a Ayestarán, quien debía reportarse ante la Secretaría General de la Gobernación, a cargo de Daniel Sanguinetti, de los más leales.

El ahora ex titular de la agencia oficial de Juegos se sumó a la lista de otros que salieron intempestivamente del Gobierno: Agustín Domingo y Nicolás Land, del Poder Ejecutivo, Julián Fernández Eguía, de la Fiscalía de Estado y hasta Gastón Pérez Estevan, que se fue del ministerio Seguridad y Justicia para ocupar el cargo de fiscal de Estado.

En las segundas y terceras líneas también hubo recambios en este último tiempo y el que salió a contestar fue Weretilneck, quien negó la existencia de dos facciones en el Gobierno.

La semana cerró con un escándalo sobre el que no se han dado las suficientes explicaciones. Verónica Olea Picapietra fue descubierta con 3 millones de pesos en efectivo en una camioneta oficial durante un control de la Gendarmería Nacional en Dina Huapi.

La funcionaria del área de Energía quiso dar alguna explicación que no satisfizo a nadie: ni a la justicia federal que la investiga por presunto lavado de dinero ni a la gobernadora Carreras, quien la echó y también echó a su pareja, Alejandro “Taca” Nahuelquín.

Tras esta situación desde la oposición del Frente de Todos y también desde ATE exigieron una explicación por parte del gobierno, puntualmente de la jefa del organismo en el que estaba Olea: la secretaria de Energía, Andrea Confini.

Al margen de la execrable actitud de Olea, la situación deja al desnudo una vez más que la política en el poder paga con cargos casi ridículos a, por ejemplo, punteros políticos: Olea Picapietra era directora de Energía Aislada, una manera elegante de decir que estaba a cargo del reparto de garrafas. Su pareja, Nahuelquín era director de Políticas Sociales Tradicionalistas. En ese sentido, no da la sensación de que sea propiedad exclusiva de Olea y Nahuelquín.

En otro orden, la aceptación de reunirse con los trabajadores de la salud autoconvocados sacudió el avispero en el sindicalismo fuerte provincial, al punto que ATE y UPCN, que son el día y la noche, salieron a pedir que en realidad haya una justa distribución de un eventual reconocimiento salarial a todos los trabajadores esenciales del Estado y que no se reduzca a los hospitalarios. ATE llegó a anunciar un paro con movilización para el viernes último y forzó al Gobierno a aclarar que de haber un reconocimiento será para todos y ahí se desactivó un conflicto en el que en Casa de Gobierno no esperaban la férrea actitud de los gremios.

El Gobierno empieza a sacar en limpio su proyecto sobre tierras, le va dando forma y atrae a los municipios con la parte en que se hace cargo de los costos de urbanización y aun las localidades que tienen sus propios proyectos podrán adherir al provincial porque se ahorrarían mucho dinero.

En la capital rionegrina, en tanto, ya no quedan casi sectores para consultar respecto de los proyectos de tierra y habitat que necesita aprobar el Ejecutivo para calmar la demanda de la ciudadanía y parar el avance de nuevas tomas. El mayor obstáculo  está dado en las atribuciones que se le otorgan al municipio a la hora de expropiar, comprar o vender extensiones de tierra. En medio de pandemia, la crisis económica y la decisión de abrirse al turismo o no, la aprobación de esta iniciativa daría un impulso importante a la gestión del intendente Pesatti.